¡Hola! Mi nombre es Eva, tengo 19 años y soy de Valencia. Hace casi diez meses me rompieron el corazón, de la manera más espectacular que alguien pueda imaginar. Mi chico, mi niño, me dejó sin más, sin motivo aparente, sin nada que me hiciese pretagiar un final así. Al contrario, mis sentimientos hacia él estaban más vivos que nunca. él fue un amor de flechazo, y lo quería de la forma más inimaginablemente loca que una cabeza alcance a imaginar. No era mi primer amor, pero desde luego que sí era el más auténtico, el más real, un amor de esos que dudas que se vuelvan a repetir en la vida. También me han dicho en alguna ocasión que el corazón sólo lo rompen una vez en la vida, lo demás no son más que rasguños. A mí me lo han pisoteado hasta acabas con él, y me ha costado como veis, más de nueve duros meses para reponerme. Viví un auténtico infierno, casi un año en el que he tenido que reconstruirme yo solita el corazón, buscando cada día un trocito de él; un trocito por cada día que pasaba. Pensé que jamás saldría de ese pozo. Veía pasar los días, las semanas y los meses y él no regresaba. Al contrario, porque un mes y medio después de dejarme ya me había sustituído. Él me sacaba cuatro años y con él he aprendido lo mejor y lo peor de la vida. Me ha marcado en todos los sentido en que se puede marcar a una persona, y lo he necesitado hasta faltarme el aire. El pasado 8 de noviembre, decidí abrirme un blog presa de la impotencia y las ganas de desahogarme. Me abrí uno donde día a día iba escribiendo mi estado anímico. Casi siempre malo, por supuesto. En muchas ocasiones, me rondó por la cabeza la idea de acabar con todo, y en otros auguraba la esperanza de que él volvería. Pero nada más lejos de la realidad. Siempre me ha gustado escribir, y en esta ocasión encontré la mejor excusa para hacerlo y la verdad es cierto que cuanto peor estás, la inspiración y las palabras salen mejor. Hoy he decidido cerrar ese blog y comenzar una etapa nueva. Como mi vida, todo debe cambiar. Hoy estoy bien, he salido del tunel aunque aún no he logrado volverme a enamorar. No tengo prisa. Mientras tanto convivo con el sol que me alumbra y atrás quedan diez duros meses, que echando la vista atrás parecen muchos más. Así que ahora sólo estoy dispuesta a escribir cosas buenas y haceros partícipe de ello, si me dejais por supuesto. Siento la libertad en mi cuerpo, una libertad que he tenido encadenada todo este tiempo en que él me ha faltado. Pero se marchó y ni siquiera dudó, no necesitó volver a verme ni un minuto más de su vida para saber si había hecho lo correcto. Por lo tanto el títutlo de mi blog se debe a eso, a que cuando todo termina, queda la sensación de que el pasado sólo es como un día malo.
Un beso enorme
Evita.
